Nosotras, Vosotras y Ellas...
Da igual a quien corresponda la
primera, segunda o tercera persona o desde donde mires, las tres confluyen con
una separación de cuatro metros. Y esta es la norma de la realidad urbana que
puedo observar.
Si es mi mirar, y nosotras soy yo,
a mi compañera la cogería por el brazo y la gritaría - rebélate! . Despójate
del “ Sí, mi señor, lo que usted ordene!.” …a Vosotras que os llevo
tiempo observando…os cruzáis, os reconocéis y os amparáis , tendré que
incorporaros a una cotidianidad que de momento me resisto a aceptar, de tanto que
me revuelve. Admiro siempre, cada vez, esa fortaleza vuestra, casi sobre humana,
tan chiquitas!, tan eficientes y organizadas en vuestros negocios a pie de
calle. ..a Ellas….a Ellas de momento les diría que miren por el retrovisor
cuando salen de los parqueaderos de las aceras o los centros comerciales, que
un día de estos me arrasan, que sus coches son muy grandes y mi silla me hace
chiquita más chiquita -aún- que “vosotras”. Que miren, que miren..a los otros.
Pero también hay “otras”. Las que
no salen en estas fotos, claro!. Han pasado a ser un 35 % en los últimos cinco años. Llevan las uñas
desconchadas las tinturas porque vuelan por los niños, preparan las lancheras
cada mañana para sus tres hijos –de media-, saben idiomas, computadoras y han
podido hacer una maestría en Europa o USA. A “otras”, se las ve poco
porque siempre están corriendo. A veces, comen donde “vosotras” y a las más
jóvenes se las ve de noche recién salidas del Gym tomando sushi con los compañeros
de la oficina, o por las mañanas en las cafeterias, en grupos de trabajo ideando nuevos negocios y haciendo los estudios de viabilidad financiera junto a sus compañeros, también emprendedores, sanduche en mano, y café en vena. Estas “otras” llevan las uñas perfectas con dibujos nuevos a
cada semana…
Yo también soy “otras” y cada vez hay más como yo, de todas partes. Francesas, Americanas, Alemanas....nuestra feminidad parece difusa por contraste, y no es cuestión de ropajes.
De las que no encuentro ni rastro en mi devenir cotidiano es de la homosexualidad femenina. A ellos, se les atisba. Hacen uso de una libertad que parece incipiente. Se dejan ver. Y ellas?
Yo también soy “otras” y cada vez hay más como yo, de todas partes. Francesas, Americanas, Alemanas....nuestra feminidad parece difusa por contraste, y no es cuestión de ropajes.
De las que no encuentro ni rastro en mi devenir cotidiano es de la homosexualidad femenina. A ellos, se les atisba. Hacen uso de una libertad que parece incipiente. Se dejan ver. Y ellas?
A saber que nosotras, vosotras, o ellas, soy yo para cada una.
De momento, formo parte de este crisol femenino que inunda el mismo aquí y
ahora, y como tal me pienso..me pienso, Quito – 2014, “La Petite Patisserie”, Avd. de Portugal con Shirys.
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