detalle de mural - Museo Guayasamin

detalle de mural - Museo Guayasamin
con los cinco sentidos

domingo, 26 de octubre de 2014

Dado que no existen dos lesiones iguales, expondré sin más mis experiencias para que las personas que os esteís planteando venir, con mis mismas circunstancias, podais hacer una valoración inicial.

Cuestiones generales:

En mi opinión es imprescindible venir con acompañante que controle la silla y sea fuerte. Los bordillos en todas partes son muy altos -más de 30 cm-. Y cuando digo bordillo es un eufemismo. El mantenimiento de las "aceras" es nulo. Las clavadas con las ruedas delanteras son constantes.

El tránsito por las aceras es peligroso en general, para las personas en silla sin duda. Los coches son muy altos y directamente no nos ven. Además el flujo urbano de coches invade por propio derecho las aceras, que a la sazón son realmente zona parking, y las maniobras marcha atrás son constantes.

Imprescindibles mutones que se agarren muy bien.

Muy recomendable, asiento de playa donde circule el aire y si se moja, seque pronto, por las lluvias constantes y el calor.

Dicho lo cual, me centro en Cuenca:

Aeropuerto: Es un aeropuerto pequeño, sin fingers. Tampoco tienen plataformas elevadoras. Así es que has de bajar y subir por la escalera desde la pista hasta el avión. Lo que te ofrecen son tres personas que te bajan a pulso por la escalera. Yo preferí hacerlo a pie, despacito y con cuidado.

Cuenca es una ciudad colonial, Patrimonio de la humanidad. Y ya sabemos lo que esto supone en términos de intervenciones arquitectónicas para la adaptación. No obstante la gente está comenzando a concienciarse acerca de las personas con movilidad reducida, y casi todo lo que no soluciona la arquitectura, lo suple la disponibilidad de las personas. Casi todos los guardias de seguridad -que están por todas partes- os ayudarán a subiros. Y son fortotes.

Ojo! con reservar on-line los hoteles. No viene especificado si tienen ascensor. Yo reservé uno muy apetecible en una casa colonial reformada y muy céntrico. El Hotel estaba en la última planta - cuatro pisos- y no tenía ascensor. Tuve que subirlos andando. Pero los hay nuevos, céntricos y con rampas.




El Museo de arte de los pueblos aborígenes no puede visitarse en silla.

La Iglesia de Todos los Santos más o menos. Pero para bajar al restaurante hay que bajar unas escaleras nada recomendables. Yo lo hice y no volvería a intentarlo.



El Museo del Banco Central se puede visitar perfectamente y su musealización merece mucho la pena, sobre todo si vas con niños. Es más bien un centro de interpretación.

Puerta de entrada a la Catedral Nueva
Cafeterías, restaurantes...todos tienen los tres, cuatro peldaños para entrar.

En resumidas cuentas, y a pesar de lo dicho, Cuenca es cansado, pero merece  mucho la pena. Las calles son más transitables que en Quito y lo mejor es el ambiente y sus calles. Es muy recomendable ver el barrio de las Herrerías, al otro lado del río. Es un barrio vivo, y la actividad artesanal es real, nada turística. En los talleres trabajan a pie de calle.
Son impresionantes todas las rejas, barandillas y balconadas de las casas, en todo Cuenca. Cada una diferente y todas artesanales.
Las artesanías preciosas y las tienditas deliciosas e interesantes.

Pero lo mejor es la gente. Se te acercan, hablan, te cuentan. Tienen muchísimo aprecio por España y los españoles. Sus historias..... en cada rincón y esquina te aguarda una experiencia humana.















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